La policía ministerial, los ministerios públicos, jueces y magistrados son parte del aparato del Estado capitalista, que en nuestro país es parte de la burocracia más privilegiada -llamados trabajadores al servicio del Estado- que sirve fielmente a los interese de la oligarquía financiera, defienden la propiedad privada de los medios de producción y por su puesto la explotación asalariada, lo mismo representan los otros “poderes” del Estado.
Esta burocracia ha sido educada y corrompida con muy altos “salarios”, con fideicomisos y otros privilegios que por ejemplo la clase obrera no tiene, para hacer leyes que fortalezcan el poder de la burguesía sobre los proletarios.
El aparato judicial legitima la injusticia burguesa contra las masas trabajadoras, quienes tienen que pagar con muy altos costos y con cárcel enfrentar las leyes burguesas, a través de procesos judiciales, turbios, irregulares, engorrosos y punitivos.
Así también los demás aparatos del Estado funcionan al interés de los capitalistas, los que llaman poder legislativo y poder ejecutivo, que son reforzados por las fuerzas armadas, el ejército, la marina y la guardia nacional y por la iglesia, las distintas que existen en el país, principalmente la católica.
Esto constituye la parte de un todo que se ha ido construyendo históricamente en el país, por eso no es de sorprender y de encontrarnos con este nivel de descomposición de estos elementos del Estado mexicano, que se corresponden a como se encuentra el sistema capitalista-imperialista mundial y que influye enormemente en nuestro país, como acontece hoy con el aparato judicial, donde los morenistas -representantes de un sector de los capitalistas-, quieren hacerle reformas que solo son para ajustar su funcionamiento al agotamiento, desgaste y descomposición del mismo sistema, que quieren vender como reformas para beneficio del pueblo.
El aparato judicial recién liberó al ex gobernador de Puebla, Mario Marín, encarcelado por ordenar la tortura contra la periodista Lidia Cacho; un narcotraficante llamado el Mayo, los estadounidenses -también corruptos- lo tiene en su poder bajo un proceso judicial, donde Obrador fue “rebasado” y “no sabe”, cómo estuvo dicha situación. Se protege política y judicialmente al ex General Salvador Cienfuegos que está ligado a la delincuencia organizada y sabe qué pasó con la detención- desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, etc., etc.
Por eso no podemos confiarnos, en que unas simples reformas que impulsa Obrador y Sheinbaum -orientadas a un sector de la burguesía en contradicción con la otra- puedan realmente hacerle justicia al pueblo mexicano, más bien toca a este tomar el poder en sus manos para que la burguesía y sus servidores paguen todas las injusticias cometidas contra este.