Por: Guadalupe Ambrosio /Editor/ ing: @eye_ams
El mundo de la actualidad está atravesando una grave situación política – económica.
Las democracias burguesas de los países más desarrollados e imperialistas como EEUU – Alemania- Francia – Inglaterra – China – Rusia, entre otras grandes potencias industriales, no han podido dirimir sus diferencias y hoy se disputan un nuevo reparto del mundo ¿en qué sentido? sobre las rutas de comercio, el control geopolítico y la apertura de nuevos mercados mundiales.
La crisis económica que hoy se ha transformado en una guerra a gran escala, inició en el año 2018, previo a la pandemia del Covid-19 (¿te acuerdas?). Cuando regresamos a la “nueva normalidad” está ya no era tan normal, los países beligerantes Rusia y China comenzaban a hablar de una “desdolarización” no usar más el dólar y sí el rublo y el yuan, los países del BRICS salían a la palestra como el bloque económico con la capacidad de dirigir la producción mundial.
La invasión rusa a Ucrania, comenzó oficialmente el 24 de febrero de 2022.
El 7 de octubre de 2023, 19 meses y 11 días después iniciaba el genocidio de Israel sobre la Franja de Gaza, por su envergadura y la cantidad de países involucrados estos dos conflictos forman parte de la situación internacional por estar en vilo de todos.
Después de 11 meses y 6 días, el pasado 1 de octubre inicia el conflicto entre Irán – Líbano contra Israel.
Ucrania y la OTAN han estado enfrentados contra Rusia y a la inversa, 2 años y 6 meses a la fecha en que ha salido este boletín. Lejos de detenerse ambos conflictos se agravan cada vez más.
Lo anterior ha traído otros nuevos problemas en todos lados; aumento de los precios del petróleo y gas, aumento de la canasta básica en todo el mundo y por consiguiente pérdida de poder adquisitivo, pobreza y hambre.
Los efectos económicos por la inversión en la guerra ya pueden verse y sentirse, por un lado, las principales industrias como la automotriz y otras han sido las más afectadas, la producción nacional de países desarrollados ha tenido constantes altibajos a lo largo de los últimos 2 años y no se ha podido recuperar de la crisis del 2018.
El panorama internacional es lúgubre, la tendencia de la economía marca que la crisis económica capitalista no podrá ser superada en los últimos 3 meses de este año 2024 y las perspectivas que se tenían para 2025 también han bajado.
El fracaso de las relaciones de producción capitalistas, la acumulación de capital y la competencia desleal ha llevado al mundo a un futuro incierto.