La ofensiva neoliberal en Chiapas -cuya punta de Lanza son los macroproyectos de la 4T puestos al servicio de la oligarquía local y nacional y de la burguesía imperialista internacional– viene acompañada del repunte de la violencia paramilitar, perpetrada hoy a través de los cárteles delincuenciales relacionados con el narcotráfico con el objetivo de desmovilizar a las masas populares y arrebatarles el territorio para garantizar el control, primero, de las vías de comunicación que garanticen la circulación de las mercancías para cerrar el ciclo del capital; segundo, del flujo de migrantes para abaratar los salarios y aumentar la cuota de ganancia de la burguesía; y, tercero, de los recursos naturales que se hallan en el suelo y el subsuelo de las comunidades indígenas chiapanecas para el beneficio de las multinacionales capitalistas.
Sólo la reorganización de las masas populares puede derrotar a la delincuencia organizada y, por tanto, a la burguesía neoliberal, revertiendo el proceso de fascistización del Estado mexicano que viene realizándose desde finales del siglo XX.
Aun otorgando el beneficio de la duda a la vía reformista de la 4T, la transformación desde arriba hacia abajo no podrá consumarse, pues la “Mafia del poder” se ha instalado desde hace tiempo en Morena desde los viejos partidos neoliberales, minando desde dentro la supuesta trasnformación y Chiapas no es nunguna excepción.
Por lo tanto, solo la organización desde abajo y la vía revolucionaria garantizan la victoria del proletariadoy sus aliados sobre la burguesía y los paramilitares. Nuestro FPR, bajo la orientación del PCM-ML, vanguardia del proletariado mexicano, tiene hoy la misión histórica de organizar a los diferentes fuerzas de las masas populares del estado, en un Frente Único que aglutine sus demandas básicas y consiga hacer germinar, en pueblos, barrios y lugares, en centros de trabajo, de reunión o de estudio, las células que conformarán la Asamblea del Proletariado y los Pueblos de México, arma indispensable para revertir la situación de violencia paramilitar, evitar una mayor derechización de la 4T, frenar la ofensiva neoliberal y garantizar, en estos tiempos de crisis sistémica del modelo capitalista a nivel mundial, las formas organizativas de la democracia popular.