Este 1o de Septiembre, obreros, trabajadores del campo y de la ciudad, todos en unidad debemos salir a las calles a exigir una jornada laboral de 40 horas con 2 días de descanso y con el pago correspondiente a 56 horas.
A más de un año de haberse planteado la reforma a la Ley Federal del trabajo para reducir la jornada laboral y siendo esta una de las demandas más importantes para la clase obrera, la Cámara de Diputados se ha resistido a discutirla con seriedad y aprobarla.
Actualmente, la Ley Federal del Trabajo de México establece una jornada laboral de 48 horas repartidas en 6 días, con 1 día de descanso. Mientras que el proyecto de ley pretende reducir dicha jornada a 40 horas por semana para conceder a los trabajadores 2 días de descanso obligatorios por cada 5 días de trabajo semanales. Las extensas jornadas laborales entre 15 y 18 horas que han existido históricamente en el trabajo y han provocado graves afectaciones a los trabajadores en su salud física y mental; así como en el salario y sus relaciones interpersonales. Estas condiciones llevaron a los trabajadores a luchar durante la Revolución Mexicana en la huelga del Río Blanco, Cananea y aun en la actualidad.
En la Constitución de 1917 se decretaron 8 horas de trabajo pero hoy nuevamente enfrentamos un salvaje despojo de derechos laborales con jornadas de 12 a 14 horas y más. Las personas necesitan tener dos trabajos, laborar los domingos y en vacaciones, se trabaja día y noche con salarios de hambre y jornadas de trabajo agotadoras. A pesar de los aumento al salario mínimo durante el gobierno obradorista, México cuenta con los más bajos de acuerdo con la OCDE, mientras que los noruegos alcanzaron el mejor ingreso con una media de 42 dólares, cuando en nuestro país es de 5.5 dólares por hora.
A lo anterior se suma que México se encuentra en el 2o lugar dentro de los países de la OCDE que trabajan más con 45 horas en comparación con los Países Bajos que laboran 30.4 horas a la semana. Esta injusticia del sistema capitalista se fundamenta en la dinámica fundamental de los patrones: reducción de los salarios y el incremento de las jornadas laborales para que el empresario siga aumentando su riqueza a costa del esfuerzo diario del trabajador.
Sin embargo, los obreros rebasando a los sindicatos charros mantienen la lucha por mejores condiciones de trabajo como la reciente huelga de Arcelor Mital y el paro en Plásticos Italianos S.A. de C.V. en Toluca con donde laboran hasta de 70 horas.
La iniciativa de 2022 para reducir de 48 a 40 horas semanales la jornada laboral quedó congelada tras la “recomendación” del Presidente López Obrador en diciembre de 2023, lo que es clara demostración de la posición favorecedora hacia los ricos, a pesar del discurso de “primero los pobres”. Se impuso la voluntad del empresariado, por eso es mentira que el Gobierno de la 4T acabó con la liga entre poder económico y poder político.
Este 1o de septiembre que en función la nueva composición legislativa con mayoría morenista, los trabajadores llamamos a manifestarnos en todo el país para exigir a diputados y senadores la aprobación de la iniciativa de 40 horas de trabajo. Como clase trabajadora defendamos y fortalezcamos la unidad para enfrentar la política laboral patronal.
Requerimos elevar las formas de organizarnos y luchar, movilizándonos en las calles para pasar a la ofensiva y culminar en una Huelga Política General con estos ejes: reducción de la jornada general de trabajo, contra las AFORES y por aumento salarial generalizado de emergencia.
