16 de octubre de 2024

¿Del genocidio contra Palestina a segundo frente de guerra entre las potencias?

Este 13 de abril, el régimen islámico de Irán inició una gran operación bélica, lanzando sobre objetivos militares en territorio israelí, 170 drones operados a control remoto, 120 misiles balístico, 30 misiles de crucero, esta operación denominada “promesa verdadera” es  el primer ataque que se realiza desde suelo iraní por la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.

Esta acción fue en respuesta al bombardeo de Israel el pasado 1 de abril a la sección consular de Irán en Damasco, capital de Siria, asesinando a 13 personas, varios de ellos, altos mandos del ejército iraní, esto en represalia a la supuesta ayuda que ha prestado Irán al grupo islamista Hamas, quien lanzó una ofensiva contra Israel el 7 de Octubre del 2023, y mantiene hasta la fecha varias decenas de rehenes.

Un grupo de personas protestan hoy, en la embajada de Israel en apoyo a Palestina, en Ciudad de México (México). EFE/Sáshenka Gutiérrez

A pesar de que este lanzamiento masivo de drones y misiles, no provocó grandes pérdidas humanas ni materiales a Israel debido a su gran infraestructura antiaérea que suele denominar “domo de hierro” y la respuesta militar instantánea de los ejércitos norteamericano, británico y francés, quienes casi de inmediato movieron cielo mar y tierra, para que sus aliados, las instituciones internacionales como la ONU, el G7 condenaran esta acción, mostrándose como los paladines de la paz mundial. Nada más falso. Nada más hipócrita.

Todo el mundo sabe que los hechos del 1 y13 de abril en el Medio Oriente, son consecuencias de la acelerada profundización de las contradicciones entre las potencias económicas mundiales, que ante las últimas dos devastadoras crisis económicas cíclicas (2008 y 2020), cada uno de los bloques imperialistas -por un lado encabezados por Estados Unidos y por otro China y Rusia- están buscando ampliar sus zonas de influencia, sus mercados, sus reservas de materias primas y sus respectivas fuerzas de trabajo.

Las cúpulas gobernantes de Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, no sólo han hecho mutis, ante el reguero de sangre del pueblo palestino en la Franja de Gaza, en manos de su gran aliado en el Medio Oriente: Israel; ellos mismos siguen financiando con millones de dólares, este atroz genocidio que sólo de octubre del 2023, lleva cobrando la vida de más de 33 mil palestinos (de ellos más de 15 mil niños) y millones de refugiados que viven en una espeluznante crisis humanitaria, sin contar todas las veces que el sionismo israelí ha masacrado al pueblo palestino desde la II Guerra Mundial, cuando la dinastía británica Rothschild, decidió ocupar Palestina, para fundar un estado criminal.

Antes de trasladar al Medio Oriente su campo de batalla, desde el 24 de febrero del 2022, fue Rusia, la potencia que decidió lanzar una ofensiva, en respuesta al acorralamiento y aproximación de la OTAN a sus fronteras; invadió militarmente y tiene bajo su control vastas regiones del oriente de Ucrania; ahí, la Casa Blanca y sus aliados no han escatimado recursos, para financiar al fascista Zelensky, engordando al mismo tiempo las arcas de los dueños de la industria militar estadounidense; en parte, ese frente de guerra interimperialista no ha finalizado porque la industria bélica necesita realizar su mercancía, no importa si son ríos de sangre humana los que tenga que correr, la prioridad es la ganancia, esa es la razón de la hipocresía de las potencias cuando hablan de paz y al mismo tiempo financian la guerra.

Las oligarquías rusas y chinas, a través de sus respectivos gobiernos, en tanto que también necesitan ampliar sus zonas de influencia, merodean estos conflictos como aves de rapiña, igual que sus contrapartes, hacen menos bulla y se mueven con mayor discreción, pero la expansión de sus inversiones por todo el mundo, los millones de rublos y yuanes que han destinado a la invasión a Ucrania, el apoyo militar que están prestando a la ola de golpes de estado en distintos países de África y el respaldo absoluto a Irán para que sin titubeos escale la guerra en el Medio Oriente, los revela también como potencias belicistas, y también responsables de que la tendencia hacia una tercera guerra mundial de rapiña siga avanzando.

El sionista Jonathan Conricus, ex portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, en relación al ataque masivo de Irán dijo: «este es el primer día del nuevo Medio Oriente”, sin duda, su comentario está sustentado y no se puede tomar a la ligera; todas las burguesías islámicas y sus gobiernos, con el financiamiento y a la sombra de los intereses de las potencias, pelearán su parte en las ganancias de la industria militar, la reconstrucción y la distribución del botín de guerra. Así que ni las burguesías árabes, ni los imperialistas, son víctimas en un frente de guerra, ambos son beneficiarios, las víctimas son los pueblos.

Los costos económicos y la sangre en  guerras como ésta, las ponen los proletarios; por eso, son los obreros y los campesinos, los parias de la tierra, los que viven en bajo el yugo de las potencias y los que viven en los países dependientes o zonas ocupadas, todos juntos en un gran Frente Único, contra la guerra, contra la reacción, contra el fascismo, son los únicos, que con el lenguaje de la huelga política general -por encima casi siempre de sus propios gobiernos-  los pueden hablar de una verdadera paz. Hoy los senderos de nuestra lucha  en el mundo se avizoran sumamente escabrosas.

By FPR

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